Capítulo 3: Degradado a negro
Cada día que pasaba nos uníamos más y más. He de decir que Kina
se convirtió en el centro de mi vida. Era, al fin y al cabo, la única que me
había acogido. Me alegraba el solo hecho de verla sonreír. Hacía todo por ella.
La gente nos empezó a mirar extraño por estar tan unidas. Pero
no me preocupaba, nos teníamos la una a la otra. Y ella era tan fiel, tan
alegre, cariñosa… Era el hombro en el que apoyarse para llorar o para no caerse
cuando flojean las piernas a causa de la risa.
Nuestras notas empezaron a caer, pero eso era lo de menos.
Horas y más horas pasábamos hablando, yo le cantaba y contaba
historias que inventaba solo para ella. Le leía libros hasta que se quedaba
dormida sobre mi regazo.
Pero algo ocurrió. No sé que fue, pero comenzó a comportarse de
forma inusual. Se quedaba callada largo rato, mirando a la nada. Cuando le
preguntaba al respecto, ella sonreía y parecía alegrarse. Pero su sonrisa era
tensa, aunque ella pensase que yo no me daba cuenta.
Me preocupaba profundamente, ninguno de mis intentos daba
frutos, aunque ella fingiese comportarse normalmente.
Me quedaba hasta tarde
todas las noches pensando en ello, escuchando composiciones para piano mientras
me mordía los labios, deseando que volviera su sonrisa.@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@
A partir de ahora, todo irá de mal en peor para Inés...

Qué triste... Inés se preocupaba por Kina, ¡qué bonito! >w<
ResponderEliminar