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Capítulo 8: Sutiles indirectas
Desde aquel día, comencé a mandarle ‘sutiles indirectas’ a Kina.
Y la pobre e ingenua ilusa no se daba cuenta, lo que me extraña profundamente;
le ponía la zancadilla cada vez que pasaba por delante de mí, me caía encima de
ella, se me ‘caía’ el tenedor de punta sobre sus piernas…
Pero lo que más satisfacción me produjo fue separarla de sus
queridas nuevas amigas. Me encargué de que todas se enterasen de como Kina
hablaba mal de ellas a sus espaldas, como las insultaba y difundía rumores
horribles sobre ellas.
Fue terriblemente divertido. Poco a poco la aislé de todos, fui
alejando a todo el que quería cortar mi rosa.
Hasta que llegó el momento de que cayera el telón.
Capítulo 9:
Dolce vendetta
Todo fue mejor de lo que pudiera haber imaginado. ¡Ni los
profesores, ni su madre dirigían ya la palabra a Kina!
Todo fue como la seda cuando anunciaron la excursión. El
internado se iba de acampada al bosque durante una semana, y Kina no tenía ni
idea. Todo per-fec-to.
Nos quedamos a solas en el internado.
Por la noche, entré despacio en su habitación. No había prisa,
me recree en cada paso. Llegué hasta su cama y volqué el colchón. El golpe sonó
deliciosamente.
-¿Qué haces?- prácticamente chilló. Podía haberle dicho
cualquier otra cosa, pero sabía que aquello la aterrorizaría.
-Mi venganza ha comenzado.
Salió corriendo, como si alguien fuera a ayudarla. Y yo la dejé
hacer. Vi como tomaba el camino erróneo y se dirigía a la cocina.
Sonreí. Con lentitud y con
pasos cuidadosamente medidos salí de la habitación, emitiendo una carcajada.
Visto todo desde el punto de vista de Inés es más tétrico. O.O Aunque, por otra parte, me gusta verlo desde esa perspectiva. xD
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